Cuidados rutinarios y aseo
Atención rutinaria
Los ojos
En general, los ojos de un gato sano no requieren ningún cuidado especial. Basta con asegurarse de que no se escurren, supuran o inflaman. Sin embargo, algunas razas, sobre todo las de cara corta, requieren cuidados más regulares; cuando las lágrimas forman un anillo alrededor del ojo, hay que retirar el exceso de lágrimas y limpiar el ángulo medio del ojo con una compresa estéril empapada en un antiséptico ocular. En caso de secreción o enrojecimiento, consulte inmediatamente a un veterinario.
Higiene bucal
Es importante recordar que el aliento de un gato es siempre fuerte, debido a su alimentación a base de carne. Este olor debe distinguirse de la halitosis (mal aliento), que se debe bien a la actividad de las bacterias en la cavidad bucal, bien a la eliminación oral de residuos que deberían eliminarse a través de los emuntorios naturales, los riñones en particular. El aliento de un gato con uremia es, por tanto, fácilmente reconocible. La acumulación de sarro y restos de comida en lenta descomposición puede causar daños en los dientes y las encías.
encías. Los depósitos de sarro -que pueden alcanzar proporciones impresionantes- son el resultado de la acumulación de sales minerales de la saliva (calcio en particular) en la placa dental.
o contenida en los restos de comida. Debe tenerse en cuenta que los dientes de los gatos alimentados con comida húmeda son más susceptibles a la enfermedad periodontal. Las croquetas requieren una masticación más prolongada y tienen un ligero efecto abrasivo sobre las coronas dentales. Ciertos compuestos, conocidos como quelantes del calcio, ayudan a limitar la formación de sarro y se incorporan a la fórmula de los alimentos de primera calidad.
gama.
Nariz y orejas
En la mayoría de los casos, la nariz no requiere cuidados especiales. Un gato sano nunca se suena la nariz, y siempre la tiene húmeda: no sólo porque se pasa la lengua por encima con frecuencia, sino también porque sus lágrimas fluyen constantemente por los conductos lagrimales. Una nariz seca o con mocos debe llamar la atención del veterinario. En algunas razas (de cara corta, por ejemplo) las secreciones nasales pueden formar depósitos o costras en los ángulos de las fosas nasales, que pueden eliminarse con un algodón empapado en una loción antiséptica especial o con agua hervida y enfriada.
En cuanto a las orejas, la regla básica es tocarlas lo menos posible. La base del pabellón auricular siempre está un poco grasienta: este depósito normal de cerumen a veces puede volverse marrón.
Este depósito no debe retirarse con demasiada frecuencia, ya que puede aumentar la secreción de cerumen. Si el aspecto es indeseable o la secreción es realmente abundante, debe consultar a un veterinario, que le prescribirá las soluciones de limpieza adecuadas y cualquier tratamiento necesario.
Cuidado de la piel
El gato tiene un pelaje especialmente denso (de 800 a 1.600 pelos por cm2) en comparación con otras especies. Los folículos se agrupan en racimos de 10 a 20 pelos, que comprenden dos o tres pelos primarios y numerosos pelos secundarios. Cada folículo primario produce un "pelo superior" relativamente grueso y largo. Este pelo primario está enmarcado por pelos secundarios, que son más finos, más cortos y a menudo carecen de músculo arrector o glándulas sebáceas, constituyendo el subpelo.
El pelaje de un gato tiene muchas funciones, además de su aspecto estético. Su papel principal para el animal es proteger la piel y el cuerpo, en términos de aislamiento térmico, combatir la deshidratación y actuar como barrera física contra los agentes externos (rayos UV, golpes). El sebo, segregado por las glándulas sebáceas, da brillo al pelaje, pero también tiene una función protectora contra los agentes infecciosos.
El pelaje también desempeña un papel comunicativo. El erizamiento del pelo, a través de los músculos arrectores, permite enviar señales específicas dentro de una especie o entre especies. En cuanto al acicalamiento, ya sea individual o comunitario, ayuda a mantener la higiene del pelaje, regular la temperatura y contribuir al establecimiento de una sensación de bienestar.
relaciones sociales entre individuos.
Renovación capilar
La renovación del pelaje en los gatos es estacional y gradual. El signo visible de la renovación del pelaje en los gatos es la muda estacional. En condiciones naturales, esta muda es franca y permite al animal adaptarse a las condiciones climáticas. En las condiciones modernas en las que viven los gatos (es decir, en presencia de luz artificial y una temperatura controlada durante todo el año), el fenómeno tiende a ser prolongado y más irregular, aunque siempre hay un pico estacional.
En pleno invierno, paradójicamente, la actividad de crecimiento del pelo es baja. A esto le sigue un periodo de intensa actividad que dura de 2 a 4 meses en primavera, cuando el crecimiento del pelo alcanza una media de 0,3 mm al día para un gato adulto. Esta fase de actividad renovada se caracteriza por una mayor pérdida de pelo: es la muda. De hecho, el pelo viejo es expulsado de su folículo por el pelo nuevo. El crecimiento alcanza su punto álgido al final del verano, a principios de septiembre en el hemisferio norte, para preparar el pelaje de invierno.
Los gatos disponen de una herramienta muy útil para el mantenimiento de su pelaje: la lengua. Suficientemente áspera, elimina los pelos muertos, ordena y airea el pelaje. Además, conviene peinar el pelaje del gato para airearlo, eliminar los pelos muertos (para que no se los trague) y los mechones (o fajos) que provocan picores y tirantez de la piel. Los alimentos secos de gama alta ofrecen una serie de soluciones nutricionales eficaces para ayudar a eliminar las bolas de pelo.
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